Escalando

domingo, 18 de julio de 2010

Posets LLardana (conjurando miedos ancestrales)

El día 17 de Julio estaba previsto subir al pico Posets, el segundo más alto de los Pirineos, 3375m, con el grupo de valencia activo organizado por Paco y Nuria. La idea era ir desde el refugio de Angel Orús, salimos hacia el mismo el viernes 16 por la mañana tranquilamene con Miguel, íbamos Clara, Amparo (Campanilla), Aurora y yo con él. Llegamos a Eriste sobre las 13:30 horas y decidimos comer en casa Rosita, hostal restaurante que está en la carretera. Allí nos fuimos encontrando con gente del grupo, Luis el lagartija y Claudia que comieron con nosotros acudió Luis también, Pepa, VIN y un amigo de Pepa que venía de Zaragoza. Entre orujos y unas risas salimos hacia el parking, en la cascada de  Espingantasa, casi a las 6 de la tarde.
Comenzamos a andar sobre las 6:30 (teníamos reserva para cenar en el refugio a las 8 (un error por nuestra parte). Yo pasito a pasito a las 7:59 estaba al inicio de la pequeña trepadilla que hay ante la entrada del refugio. Dejé la mochila y a por la cena (sobre las 8:05 -8:10 pm) y cual fue mi sorpresa que todo el mundo me miraba...hasta que me dí cuenta que iba infectada de picaduras de mosquito. La cena aparte de ser muy floja no teníamos hambre, entre el esfuerzo, hacía poco que acábabamos de comer y yo que cada vez me iba poniendo peor por los mosquitos,  no la teníamos que haber reservado.
Ya en la habitación, gracias a Daniel (en verdad Emili) y Ana que me ofrecieron ponerme una pomada para las picaduras, tuve un poco de calma (en un brazo contando llegamos a 40 picaduras aburridos dejamos de contar y poner la pomada  en todo el otro brazo, las piernas y la espalda).
La noche fue agitada entre la fiebre, los nervios, la emoción de lo desconocido y el no saber mi reacción ante lo que nos pudiéramos encontrar, aún así nos levantamos a las 5:30 para desayunar y ponernos en marcha sobre las 6:30. Paco, Nuria y un grupo de gente había llegado sobre las 2 de la madrugada.

Una vez desayunados, piolet y crampones en la mochila, botas y ya preparados como Juan acababa de llegar iniciamos la marcha. Por eso de que yo soy muy lenta, al principio fue muy duro para mí, recurrí a los sorbitos del gel y fui poco a poco entrando en calor hasta que llegamos a la canal fonda.
Allí el segundo contratiempo, un crampon entraba bien en la bota, pero el otro venía demasiado olgado, ajuste de los mismos, y aún así a los dos o tres minutos de comenzar se me salió, vuelta a ajustar, repase el otro también y ya no hubo problemas.



Bien por un lado, primer escollo resuelto, Juan me ofreció quedarse para acompañarme, pero no sé si fue por orgullo o porque lo vi con tantas ganas de seguir adelante que le dije que no hacia falta. Inicie la marcha siguiendo a Ana, hasta que en un momento viendo que Emili no continuaba decidió esperar y yo chano chano seguí adelante en solitario.




Llegué a una especie de valle donde confluían lo que parecía varios canales de nieve y enfrente se veía una pendiente un poco más pronunciada dónde había un hillillo de gente, unos detrás de otros y pasito a pasito me enfrenté a la
misma con los palos (la nieve estaba blanda y era casi como subir escalones siguiendo las pisadas de los montañeros que me iban pasando por delante, lo que también me facilitaba el ascenso hasta el collado (unos 300 metros según el mapa), donde apareció fresco como una rosa y con la banderita en la mochila, lagartija. Nos quitamos los crampones y yo estuve charlando en inglés con una francesa que estaba dudando si seguir o no hacia arriba.

Continué marcha hacia arriba, entre unos 3150 y 3200 metros más o menos vi a Juan, aurora y clara que ya iban de bajada seguidos por Luís y campanilla y decidí que mi meta estaba ahí, me ofusqué y renuncié a seguir subiendo...para qué seguir ? aunque estaba asustada por la bajada, creo que más que asustada y con lágrimas en los ojos me pregunté qué hacia ahí y como me iba a enfrentar a ella? No había ansiedad ni excesivo miedo pero si la cuestión de por qué subir una montaña?,  para qué seguir si el paisaje que podía admirar desde donde yo estaba ya era muy impresionante, quizás más que arriba ya que se había metido la niebla y se veía muy cerrado, me acordé del libro de Iñaki Ochoa de Olza, Bajo los cielos de Asia, cuando se quedó en la ante-cima (sólo porque le apeteció), no recuerdo de que ocho mil en concreto... buscaré el dato... qué diferencia hay entre estar arriba o un poco más abajo....(yo estaba un poco bastante más abajo...claro y en Pirineos....pero para mí ya es mucho......) Pero la gran pregunta que me invadió fue esa característica tan mía que cuando tengo un triunfo a punto de caramelo me entran ganas de dar la vuelta y no seguir luchando y renunciar.....

Una pregunta que fue dando vueltas en mi cabeza y decidí que tenía que analizarla a fondo .... la excusa fue que no quería bajar sola, pero bajé sola cuando llegué al collado, juan, aurora y clara estaban subiendo al Diente de Llardana, entonces yo me puse los crampones y seguí a Miguel.........lo cuál quizás fue una suerte....pues pude ver la piedra que se desprendió y avisar. Después del último trozo de la canal que hice con Juan, nos quitamos los crampones y nos fuimos al riachuelo a picar algo y mojarnos los pies.


Después iniciamos la bajada, empecé sóla y la acabé sóla (disfrutando un poco del momento).


¡Cúanto me he acordado del libro "el solitario" de James Salter.



En el camino coincidí con diferentes grupos de gente, unos que subían, otros que bajaban e iban más rápidos, y una pareja, el húngaro y ella inglesa, encantadores con los que estuve comentando la excursión, pero lo que más me alegró fue el encuentro con un par de
jovencillas que iban a dormir en la zona del riachuelo, para iniciar el ascenso al día siguiente .... como me alegró verlas ahí a las dos disfrutando del monte mano a mano, quizás, al menos para mí,  lo bonito del camino es la gente que te vas encontrando y la sonrisa de complicidad que surge por ir y/o venir del mismo sitio, sólo te cruzas dos o tres palabras pero la cara y la sonrisa te iluminan...... eso es lo importante, me acuerdo que aunque me dolían un poco los pies me sentí más ligera...

Cuando llegué al refugio estaban con unas cervecitas, yo me pedí mi acuarios (jajajaj me gusta más así) y compartir esos momentos de compañerismo.... la ducha decidí reservarla para después de cenar para acostarme fresquita, sobre todo por las picaduras,  me empezó otra vez la fiebre....después de cenar me tomé un atiestamínico que me dio Ana y dormí como un lirón.
Al día siguiente nos levantamos prontito, decidí no hacer la excursión, ya era bastante ejercicio para mí bajar al parking. Después de desayunar termine de hacer la mochila recogí todo y baje con Miguel para ir a mí pasito y disfruté como una colegiala bajando, la hinchazon de los brazos y las piernas por las picaduras había practicamente desaparecido y ya sólo aparecían las picaduras...almorzamos en el parking, dormimos una sistecita en el coche hasta las 13 horas más o menos que aparecieron los de la excursión (Paco y Nuria, el resto de chicas del coche, daniel y ana,  la sobrina y el compañero de Paco).
Comimos en Graus en una terraza estupendamente y a las 5 de la tarde más o menos para Valencia....

Cosas positivas: los crampones ya los tengo controlados, las botas se portaron muy bien, solo cuando estas por los mil metros son muy calurosas, necesito calcetines más fresquitos, las cuestas se bajan según esté la cabecita y por supuesto el cuerpo porque ya fríamente detecte que llevaba más de 100 picaduras de mosquito en el cuerpo y objetivo conseguido....ya no tengo miedo a Pirineos para hacer una ruta todo es cuestión de tiempo, tesón e ir al ritmo que te sientas cómodo. Las cimas son otra cosa ........ a por la siguiente salida .........
Para los que quieran ver el resto de fotos que hice puede pinchar AQUÍ

Hay una entrada relativa a una entrevista en Desnivel con Messner....que dice entre otras cosas que: "..... el alpinismo empieza dónde acaba el turismo...."......

Yo siempre me he preguntado por qué esos retos del más difícil todavía cuando muchas veces vivir ya es un reto en si mismo, quizás hay retos físicos, hay retos mentales y quizás también la superación de unos te ayuda a superar los otros y viceversa ..... pero hay un capítulo en el libro de Lionel Terray, los conquistadores de lo inútil,  que habla sobre la amistad, la pregunta que se hace es, ¿tu compañero de cordada es tu amigo? ..... y la respuesta:  NO,  si no que hay amigos que son compañeros de cordada, hay compañeros de cordada que nunca seran amigos, y hay gente con la que te juntas haces una montaña y ya no te vuelves a ver más. Y yo lo que entiendo es, que subir montañas, como leer libros o cualquier tipo de coleccionismo lo único que te aporta es ese ir llenando esos vacios a las personas que no nos conformamos sólo con vivir si no que necesitamos más de no se sabe qué....

martes, 6 de julio de 2010

Subida al Perdido

El pasado día 25 de Junio salimos a las 4 de la tarde dirección a Pirineos, paramos en Biescas a hacernos un bocata para cenar, dónde se unen al grupo tres personas más, un adolescente y dos adultos en total éramos 18 personas, dos de ellos adolescentes y el resto relativamente mayores en esa edad en la que se habla ya de madurez.

No sé si el susto o  que soy un poco reservada pero no interactúe mucho, cene sola y luego me junte con las chicas de alicante (menchu y concha) y bien, esperamos en las furgonetas hasta que llego el resto de la gente y nos fuimos a dormir a Linas de Broto, a un albergue muy bonito, el último bucardo, una especie de cabra pirenaica que ha desaparecido. Al día siguiente, me levante temprano decidí ducharme, como éramos muchos y sólo teníamos cerca una ducha pensé que era una buena solución. Pero el despertar fue algo tenso, algunos se habían acostado más tarde y les molestaba el ruido que habían hecho otros.. ya empezaron a aparecer las peculiaridades  y particularidades de cada uno....

Bueno hicimos nuestras mochilas, desayunamos a las 8 como habíamos previsto y con las furgonetas nos fuimos al parking de Ordesa. Ahí terminamos de preparar las mochilas, o sea piolets y crampones y arnés y empezamos a andar camino de Goritz, pasamos por varias cascadas.

Las fotos han quedado todas o casi todas con la marca del parasol, no se me ocurrió quitarlo....

A mitad de camino en una pradera al lado del río paramos a comer y simultáneamente comenzó a llover  de tormenta por lo que decidimos subir por la senda de las mulas, al lado derecho de las clavijas de Soaso.
Me lo pasé bien subiendo, íbamos a un ritmo bueno, lo fue marcando Juan Carlos, uno de los guías y  llegue al refugio estupendamente y nada cansada y por tanto optimista para el día siguiente.
Pero ya en el refugio me encontré con las primeras pegas... había mucha gente a la entrada y me retiré un poco y cuando me di cuenta todos allí apelotonados y protestando y esto ya me dio mala espina, (llegamos sobre las 2:15 o algo así) sobre las 6 de la tarde nos fuimos a un nevero a practicar lo de ponerse los crampones y demás y ahí ya me cagué del todo, me asusté me falto confianza en mí y en el resto de gente, sabía que los monitores tenían controlada la situación pero yo no.......
La cena fue relajante, yo me fui a dormir pronto tuve un calambre en la pierna, me desperté varias veces a mear y sobre las dos de la madrugada me baje al comedor después de varias pesadillas y ya no pegue ojo. Salí fuera  las nubes amenazaban tormenta en el pico y supuse que igual no subíamos.


Pero nada que ver con la realidad la gente empezó a prepararse yo también e iniciamos la marcha yo además de la mochila llevaba el peso de mi cabecita que me decía date la vuelta, no lo vas a disfrutar no hoy...aunque intentaba dar ordenes a mis pies como que adelante, por si luego me arrepentía ..... así llegue hasta el lago helado y ahí una de las chicas estaba  ranquaneando verdaderamente tocada y opté por quedarme con ella.

Tenía una excusa para no subir y me prometí a mí misma que volvería pero disfrutando, lo que no hagas disfrutando no vale al pena.

Pensábamos que se despejaría, pero nada de eso, entró tormenta llovió y granizó durante las prácticamente dos horas y media que les costo al resto ir a la cima y volver.  En ese impas apareció un montañero de la nada de estos auténticos que si llevaba crampones pero en vez de palos un palo de madera cual peregrino, chubasquero de plástico transparente,  que desistió de subir porque no se vería nada desde la cima.  Me acordé de Juan de las veces que ha comentado que se ha vuelto porque la cima iba a estar encapotada y de Teresa que nunca a visto nada desde el Perdido.....y me quedé con la máxima que yo esto lo hago por disfrutar, si no hay disfrute para qué y que otra vez será.........

Ya de vuelta yo y mi cabecita andábamos a tientas y me costo la vuelta un poco más de lo normal llegaríamos al parking sobre las 5:30 pm (previa parada en goritz para completar la mochila y comer una manzana)  en total unas 13:30  no está mal (en medio una manzana y dos barritas).
Eso si El Perdido y Ordesa estaban espectaculares, ese domingo 27 de Junio empezó el deshielo, todo el monte sudaba agua, por cualquier grieta, y el río pasaba con el doble de caudal que el día anterior era una pena entre el cansancio y las prisas por volver no pudimos disfrutar de lo vivo que estaba el monte.

A por  la siguiente ,.........

Como interactué poco, hable con poca gente pero es verdad que tanto Juanjo como Miguel (los otros guías) estuvieron encantadores intentando animarme para que subiera, lo mismo que Manoli, que demás de ser una caña, es encantadora, con Amelia también hubo un poquito de relación pero más llena de silencios, quizás para ella tenía el mismo respeto que para mi el monte perdido, aunque ella estaba mucho más fuerte ....con el resto apenas cruce algunas palabras..