Escalando

jueves, 10 de marzo de 2011

¿Qué pesa cuando subes una montaña? Reflexiones de una aprendiza

Hay muchas formas de abordar la subida a una montaña, una caminta por la montaña o el monte, una cresta etc. Depende de la experiencia y de la inexperiencia del sujeto o sujeta. Partiendo de que mi experiencia es muy limitada, aunque he adquirido alguna cuando empecé en esto de salir con los amigos al monte hacia muchos años que hacia muy poco deporte, salvo nadar una o dos veces por semana más o menos regularmente. Por supuesto qué he nacido en un pueblo del interior y por ello el paisaje me es familiar y también los miedos ancestrales de mis padres, sobre todo los de mi madre, si nevaba si había que saltar cequias (ya se que se dice acequias pero en mi pueblo no). Aún recuerdo el día, tendría unos 11 años, que como siempre en Pascua nos íbamos al monte a merendar, mis amigos sobre todo los chicos tendrían 14 ó 15 y lo que pasa basta que yo dijera que mi madre me había prohibido saltar cequias, que a saltar cequias y yo a dar la vuelta cuando llegaba al sitio, volvían a saltar y yo apunto de llorar. En una de aquellas, la cequia era pequeña y me dispuse a superar todos mis miedos y a saltarla, y ese mismo momento alguien me llama para decirme que más adelante hay un paso y yo caigo dentro de la misma. Entonces no pude más y lloré, por la vergüenza, por el miedo al castigo de mi madre y por esa torpeza tan innata  en mí que me habían grabado a fuego. Hasta que mis amigos se metieron todos a la cequia para que yo dejará de llorar......

paisaje nublado Chelva
Pese a todo, ande, corrí y subí los montes de mi pueblo pero sobre todo me dediqué a entrenar mi mente en otros menesteres que me gustaban más y los pensé más útiles. Pasados los años una amiga, Irene me invitó a una excursión hacia bastante tiempo que no había salido (aunque siempre he hecho alguna, en Asturias bastantes, pero turisticas) pero diríamos que esa despertó mi gusanillo, no sabíamos si íbamos a dar un paseo o qué y ese paseo se convirtió en un barranco, donde había que subir piedras, trepar, destrepar, e incluso mojarnos, llegue a casa con los pantalones hechos trizas y las piernas llenas de arañazos y eso que me bloquee en una ocasión pero decidí repetir. Igual hacíamos 3 ó 4 al año pero ahí estaba yo, siempre la última pero ahí, me acuerdo que Mikel siempre se quedaba conmigo, menos cuando venía JC  que siempre me decía que yo no servía para esto. Pero un buen día,  con Pp y los amigos empezamos a hacer cosillas  ya iba mejor (también había logrado estabilizar mi tiroides), el reto fue el Puigcampana, que día tan espectacular, estábamos por encima de las nubes, logré hacerlo en 3:30 subir que no estuvo nada mal, ahí JL me ayudo mucho y F, el pobre me dijo que le había engañado....    y el gusanillo creció en intensidad.
subiendo al Puigcampana Feb 2004

Hice el curso de escalada y así empecé a salir con más asiduidad, hasta que empecé con los grupos que se forman por la RED conocí nuevos amigos y los retos fueron subiendo, llegué a ir a Pirineos ha hacer dos paseitos, uno con raquetas que me pasé todo el rato cayéndome y hundiéndome en la nieve y me lancé a un reto quizás exagerado pero quería ver que pasaba y me fui con un gente que iba a subir al Aneto, yo estrenaba material (ligero por lo del peso de la mochila) y a mi medida, por supuesto no puede aguntar el ritmo, nieve, raquetas por segunda vez...y la niebla pudo el miedo con mis piernas y el corazón...me encontré con una gente que venía de bajada y que me recogió, mis compis les habían dejado el recado, y la experiencia quedó ahí.
agulles mayo 2009

lago helado finales mayo 2010
Pero seguí saliendo, por aquí, hice la ruta de las estrellas, y me apunte a una subida al Posets y otra al Monte Perdido para volverme a poner a prueba, primero fue el M. Perdido el día no era bueno, pero como lo has contratado parece que hay que subir y el miedo apareció, no dormí en toda la noche otra vez los fantasmas, soné con niños rotos en el monte y esto me tuvo paralizada toda la subida;

 
En el Posets me picaron entre 150 y 200 mosquitos o tábanos subiendi al refugio del Angel Orús, aún así llegué a 3200 metros pero sola y hubo un momento en que decidí que no seguía, por qué? mis miedos otra vez a la bajada sobre todo la canal?, (de hecho me volví casi llorando..) y eso que había gente que iba media hora o más detrás de mí.
 Finalmente, decidí hacer con un grupo de amigos una travesia por Pirineos quizás la más espectacular o una de las más espectaculares Torla-Bujaruelo-Brecha-Goriz-M.Pérdido-Torla y como la había organizado yo los miedos los tuve hasta cierto punto bajo control. Pero cuando llegué a Sarradets no pude más y afloraron todos de golpe, no fuí consciente pero estuve un día sin salir del cemento sobre el que se asienta el refugio, fuí incapaz de pisar ni por un segundo fuera. Mis amigos se dieron varias vueltas y yo me refugie en la lectura. Al día siguiente había que salir y salí........

En sarradets 1 de agosto 2011

Todo esto por qué? simplemente porque ayer con Ma estuve charlando sobre el peso de mi mochila y empiezo a estar un poco harta, porque lo mismo me dijo R y empieza ser la comidilla..... Mi mochila puede que pesé sí, pero la suelo adaptar a la ocasión, no es lo mismo un paseo aunque sea largo que una ascensión, pero tengo un listado de que cosas son imprescindibles para llevar en una mochila: he hecho varios cursos. Puede que yo llevé mucha agua, pero yo sudo mucho y necesito agua.

bajando del castillo d'acher Octubre 2010
Además,  lo he leído y me lo ha comentado mucha gente que hace bastante montaña, lo normal es hacer unos 300 metros de desnivel, por supuesto no para cracks ni grandes alpinistas entrenados (andando con nieve, terreno de dificultad...), y yo estoy en los rangos.  Otra cuestión importante es que se debe empezar despacio, lo que no hay que hacer es parar mucho rato, porque se enfrían los músculos. Además, la pericia para andar en dicho terreno hace que avances mucho y yo ahí sigo aprendiendo.

Si que tienen razón en que yo suelo llevar mucho peso, pero no en la mochila si no con mis miedos ya que la única forma de superarlos es enfrentarlos y en ello sigo,  creo que lo estoy haciendo bien (Yo antes soñaba con precipicios, alturas de impresión, senderos estrechos, paisajes alucinantes y miedo a caer, hace tiempo que no tengo ese tipo de sueños), lo importante no son las cimas que subes, si no como vives el camino y yo sigo aprendiendo que es como he elegido vivir