Escalando

martes, 22 de febrero de 2011

Salida del SAM - GMP




Este último fin de semana me he ido a Pirineos con el SAM, hicieron una salida de iniciación, el objetivo era subir al Bisaurin. Yo me apunte aunque emocionada y un poco asustada, porque después de tres semanas de resfriado no sabría como me iba a comportar, teniendo en cuneta que ya de por sí soy lenta.
De esta salida he aprendido varias cosas, primero que todavía no soy lo suficientemente fuerte como para ir o adaptarme al ritmo de otra gente y segundo cada vez soy más consciente que para vencer el miedo yo necesito mucha práctica. Además como más disfruto de las actividades es cuando yo controlo, esto es cuando puedo depender de mi misma, aunque en un momento determinado pueda pedir ayuda.


Llegamos relativamente temprano al refugio, tal que aún estaban en la reunión, ahí decidieron hacer tres grupos, primero los más fuertes para ir abriendo huella, luego los que tenían ligeras nociones y posteriormente los más torpes
Fue atropellada mi decisión de ir con los últimos, pero como tampoco sabía a donde iba no tenía control sobre la situación, pues aunque tenía conocimientos me falta práctica y soy lenta.

 Tenía que haber salido a la misma hora que los fuertes y yo a mi ritmo, estos me servirían de guía y el resto de grupos me irían alcanzando, así cuando se produjeran las primeras dificultades ya estaría con el resto de grupos.

Tuve esa sensación pero no me atreví, para mí una salida en invierno y con el tiempo que hacia era una novedad. Qué pasó? que cuando llegue al collado estaba cansada, más psicológicamente que físicamente aunque también.
 YO que vi la rampa de subida de unos 500 metros de desnivel aunque no muy inclinada y me acordé de lo que me había contado Juan, aparecieron todos mis miedos y los dolores de las piernas se incrementaron y sólo de pensar por donde tenía que bajar y el tiempo que nos había costado llegar hasta ahí... decidí que sería en otra ocasión y que necesito entrenar y salir más.
De todas formas fue una experiencia, el encontrarme con mis miedos, el descubrir que cada vez tengo más herramientas para sobre llevarlos y que estaba preparada.

Al poco, al menos una hora después o así oí como Luis C. me llamaba a ver si estaba bien, e intente tranquilizarle y al cabo unos 15' más o menos aparecieron los del grupo más rezagado que habían decidido darse la vuelta, me imagino que en parte por mi deserción, lo siento pero pensé que era lo más sensato por el resto del grupo.

Yo tengo que reconocer que iba preparada para la situación, creo que era de las veces que mejor llevaba la mochila y el peso era el adecuado.

Luego pasamos el rato, aprendiendo a bajar pendientes de nieve, la autodentención y yo haciendo fotos como una descosida, sobre todo las que más echaré de menos son las del collado, claro que no me dí cuenta que no llevaba la tarjeta hasta que estuve abajo.
Esperamos al resto, que si que había hecho cima, y ya bajamos con todos. Juan y yo recogimos nuestra comida y comimos con el grupo en el refugio, dónde estuvimos aprendiendo a encordarnos para avanzar en ensamble o de glaciar y después hicimos una pequeña partida de truc, que no había jugado desde los tiempos de físicas. Jugamos Luis C., Gabriel y Nando  la verdad es que la partida fue estupenda. Cenamos con el grupo, la cena del refugio y al día siguiente teníamos previstas diferentes alternativas.

 La dormida en el coche fue un poco rara, pues parece ser que intentaron abrirnos el coche, pero la verdad es que dormí muy bien y eso que hacia frío y mucho aire. Tanto que a la mañana siguiente decidieron ir hacia el refugio de los forestales, la ruta hacia la cara norte del Bisaurin.





Pese al aire hizo un día estupendo y aunque subimos con frío por la umbría cuando ya llegamos al sol el día estaba espectacular y el aire parecía más calmado. Vimos dónde había caído el alud dos días antes y disfrutamos mucho de las vistas de las fotos y por supuesto de la vuelta. Lo disfrute mucho ......


Foto de grupo en el refugio de los forestales de Gabriel

Nueva visita a Pirineos

Rompí con la racha comenzada en Mayo hasta Noviembre en la que al menos una vez al mes acudí a Pirineos. Pero en Febrero he intentando compensar y he ido de momento dos fines de semana: el fin de semana del 11-12-12 y el  18-19-20.



El primero organizado por Nuria y Paco con un grupo de amigos, la idea era hacer una excursión con raquetas sencillitas, anime a Manoli, ya que tenía el fin de semana libre y se vino con nosotros.


La excursión fue relativamente fácil, el sábado fuimos hacia la cola de caballo por el parque de Ordesa, dejamos los coches en el parking, ya nevado y empezamos la caminata a los 10' tuvimos que recurrir a crampones, menos mal que los llevaba por indicación de Manoli y de Juan el resto del grupo se tuvo que poner las raquetas porque el hielo hacia difícil continuar. Fue un paseito muy agradable visitamos y fotografiamos casi, si no todas las cascadas.







Así "chanochano...." llegamos arriba cerca ya de la cascada, dónde apetecía llegar para que nos diera un poquito el sol. comimos en la cascada y luego ya de vuelta hacia casa,  bueno al hotel nos hicimos unas cervecitas en Broto y yo una anchoita que estaba deliciosa. Cenamos en el hotel y a dormir, al día siguiente teníamos excursión por Bujaruelo, fue una pasada volver a ver los paisajes descubiertos este verano, pero ahora nevados. Nos costó bastante llegar con el coche al refugio estaba muy embarrado y ya allí hicimos un paseíto hasta el valle de Otal precioso. Daban tormentas por lo que decidimos no salirnos de la pista. 
Una paradita para tomar algo, ya en el valle, las fotos me salieron un poco sobre expuestas del color de la nieve.



Ya de vuelta nos cambiamos de ropa y picamos/comimos en la terraza del refugio, cerrado en invierno a no ser que se reserve con antelación.
Por lo menos quité el gusanillo, practiqué con crampones lo que reduce el riesgo de pegarme de un pie a otro y un poco con las raquetas más por animo de practicar que por necesidad.
Las botas bien, pero por debajo de los 1500metros suelen hacer daño, tanto en una excursión como en la otra, por lo demás bien a seguir practicando. El segundo día cambié el calcetín y también me hizo daño, estos eran aún más calientes, eso me empujo a comprarme los calcetines anti-calentamiento.